Presentación del Acto
Sr. Alcalde, señores concejales, familia Rejano, señoras y señores, buenas noches.
Hoy se cumplen 101 años del nacimiento, concretamente en el número 15 de la calle Romero, del poeta y periodista pontanés, Juan Rejano, nombrado Hijo Predilecto de la Villa, a título póstumo, el pasado lunes en Pleno Extraordinario.
Esta noche, con este solemne acto, el mítico Sinaia ha vuelto ha realizar una nueva travesía que nos devuelve la figura de Rejano, para así mantener vivo su recuerdo y su amplio legado cultural.
Con el objeto de dar a la figura del escritor la proyección que merece y dar forma jurídica al deseo de la familia Rejano de donar al Ayuntamiento sus bienes y pertenencias, el gobierno municipal aprobó el 23 de julio de 2001 la creación de una comisión que estudiara la puesta en marcha de un organismo autónomo cuyo objeto social sería el estudio y divulgación de la figura, la vida y la obra de Juan Rejano.
Esta comisión, en la que estaban representados todos los grupos políticos municipales, elaboró una memoria justificando la creación de la Fundación y la elaboración de sus Estatutos, aprobándose en sesión plenaria el 23 de abril de 2002, la memoria de constitución de los Estatutos del Organismo Autónomo Municipal “Fundación Juan Rejano”.
El Pleno del Ayuntamiento de Puente Genil, a instancias de la Junta General de la Fundación, aprobaba el 20 de octubre de 2003 la iniciación de un expediente, para la concesión de una de las distinciones que se reservan para los hijos más ilustres de la población.
Tras recabar la correspondiente comisión instructora información, entre personas y colectivos que pudieran hacer alguna aportación en relación con los valores cívicos y literarios que concurren en el escritor, en sesión plenaria celebrada el 30 de septiembre de 2004 elevaba al Pleno de la Corporación la propuesta de conceder a Juan Rejano Porras el nombramiento de Hijo Predilecto de la Villa, a título póstumo, aprobándose su nombramiento en sesión extraordinaria el pasado lunes 18 de octubre.
Durante los últimos años diversos actos culturales han tenido a Juan Rejano como protagonista, de los que recordaremos el Congreso Internacional organizado en noviembre del año 2000, por la Delegación de Cultura de la Diputación de Córdoba denominado “Juan Rejano y el Exilio de 1936 en México” y el organizado por la Fundación, con motivo del aniversario de su nacimiento, que contó con un extenso programa de actos. Por otra parte, la Fundación participó en la Universidad Autónoma de Barcelona en el Tercer Congreso Internacional de Escritores Editoriales y Revistas del Exilio Republicano de 1939.
Así mismo destacaremos la exposición “Juan Rejano. Memoria de un exilio”, que se exhibió en Puente Genil, Córdoba, Lucena, Lisboa, Málaga, Estella y Adra.
Repasando brevemente su currículo, tenemos que apuntar sus primeros trabajos poéticos y literarios publicados en revistas de carácter nacional. Siendo muy joven estuvo al frente de la secretaría de la editorial «Cenit» de Madrid. Después se dedicó al periodismo, siempre como editorialista o cronista de asuntos culturales (libros, teatro, etc.). En Málaga, donde vivió varios años, terminó su formación literaria al lado del poeta Emilio Padros, que por entonces publicaba la revista «Litoral» con Manuel Altolaguirre.
Durante la Guerra Civil Española, siguió ejerciendo el periodismo en la zona republicana. Al terminar la contienda se trasladó a México, donde residiría hasta su muerte.
Con el pintor español Miguel Prieto fundó y dirigió la revista «Ultramar» y en 1.947 le fue encomendada la creación y dirección de la Revista Mexicana de Cultura, suplemento dominical del diario «El Nacional», dirección que tuvo a su cargo durante diez años, es decir, hasta 1.957. En dicho diario, como en otras publicaciones de México y de varios países, publicó innumerables artículos y ensayos.
Durante toda su vida realizó diversos viajes, en misiones de carácter cultural y literario por Europa, África, Asia y América del Norte y del Centro. Desde comienzo de 1.969 hasta finales de 1.975 volvió a dirigir el Suplemento Cultural de «El Nacional», cesando desde entonces su vida periodística.
Cuando preparaba su vuelta a España y el abrazo de los suyos, teniendo intención de fijar su residencia definitiva en Puente Genil, a consecuencia de una complicación imprevista, tras un leve postoperatorio, muere en México el 4 de Julio de 1.976, constituyendo su entierro una importante manifestación de duelo de cariño y de merecido homenaje del pueblo mexicano y de toda la numerosa colonia española – con predominio de artistas e intelectuales – que tuvieron en Juan Rejano uno de sus portavoces más preclaros.